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Cómo puedo manejar mi enojo?

 

Cuando estoy enojado/a no puedo controlarme, y me desahogo gritando, tirando las cosas, rompiendo o destruyendo todo lo que encuentro. Es algo que se sale de mis manos y me domina, es como una bomba que explota en el momento menos esperado y con mucha frecuencia.

¿Cómo puedo manejar mi enojo?

Si te sientes así, y has logrado tomar la decisión de aprender a manejar ese enojo, explosividad y toda esa ira comprimida por dentro, quiero decirte que con estas herramientas podrás encontrar un poco de luz para comprender este problema que padecen tanto niños/as como adultos/as.

El tema de las emociones como el enojo, es importante verlo con una visión de naturalidad porque cuando dictamos que esto es malo o bueno creamos una percepción equivocada de nosotros mismos, creyendo que eres una mala persona si sentimos con frecuencia emociones como rabia o enojo.

Realmente, todas las emociones son mecanismos naturales de adaptación y nos ayudan a defendernos de situaciones dolorosas, por tanto son adaptativas y regulan de alguna manera nuestro mundo interior. Además, son una señal de alerta para revisarnos que vamos bien o si existe un tema que aún no se ha superado y que nos causa desagrado.    

Lo que hay detrás del enojo, es mucho dolor que no puede ser expresado con palabras y una imposibilidad de no poder expresarlo de manera correcta, no porque no tengamos la capacidad de hacerlo sino porque no hemos aprendido a expresar esa emoción.

El tema de manejar el enojo y la explosividad en adultos es un poco más complicado, ya que se necesita mucha disponibilidad para cambiar patrones de pensamientos y conductas con las que han crecido y han sido reproducidas con su pareja y familia, en forma de violencia o maltrato.

Sin embargo, el trabajo terapéutico permite desarrollar en la persona las suficientes habilidades de comunicación y la inteligencia emocional que se necesita para manejar el enojo o la ira. Además aumenta la empatía y disminuye el egoísmo que es la base donde se genera el enojo, el cual nos impide ver más allá de los propios deseos o expectativas.

Para poder empezar a manejar el enojo, hay que tomar en cuenta estos elementos:

Identificar mi reacción física o fisiológica cuando empiezo a enojar.

Conocer tu reacción física cuando empiezas a incomodarte o a irritarte te permitirá prevenir los momentos de explosividad y a detectar cuando inicia un episodio explosivo o agresivo.

Darte un tiempo fuera.

Esto es muy importante cuando uno sabe que no puede controlarse, comenzar dando un tiempo para respirar y pensar en lo que va decir y en sus consecuencias. Cuando usted sienta que la sangre este subiendo a la cabeza y quiera explotar, deténgase salgase del lugar donde esté y respire despacio para pensar su respuesta. Luego, buscar el momento adecuado para hablar de lo que sintió y que le hizo sentir de esa manera.

Expresión auténtica de lo que ha generado mi enojo.

Esto lleva a la reflexión a las personas, generalmente yo enseño a mis pacientes, que para expresarse correctamente sus emociones, tiene que hablar en primera persona, por ejemplo:

“Estoy enojado, por la forma que ignoraste lo que te dije. Siento que no me escuchas, eso me hace sentir incómodo”.

Hablas directamente de tu sentimiento, y expresas la razón. Cuando uno habla en primera persona, toma conciencia que esa emoción es interna y propia, lo cual se hace manejable para uno mismo.

Expresión auténtica de lo que han generado mi enojo

Esto lleva a la reflexión a las personas, generalmente yo enseño a mis pacientes, que para expresarse correctamente sus emociones, tiene que hablar en primera persona, por ejemplo:

“Estoy enojado, por la forma que ignoraste lo que te dije. Siento que no me escuchas, eso me hace sentir incómodo”.

Hablas directamente de tu sentimiento, y expresas la razón. Cuando uno habla en primera persona, toma conciencia que esa emoción es interna y propia, lo cual se hace manejable para uno mismo.

Evitar las interpretaciones

Siempre que tengas alguna confusión sobre algún tema con tu pareja, no dudes en preguntar para evitar las malas interpretaciones. La mayoría de los conflictos y molestias en las relaciones tanto con amigos y parejas son porque hacemos conclusiones e interpretaciones basada en nuestros esquemas mentales.

Y cada persona piensa diferente, lo que para uno es molesto para el otro puede ser gracioso, y viceversa. No todas las personas quieren hacerte daño, así que siempre verifica la intención de las personas antes de interpretar automáticamente. Te evitarás muchas molestias.        

Evalúate

¿Con que frecuencia te enojas?

Siempre

Algunas veces

Muy poco

Casi nunca